EN BICICLETA DE MÚNICH A VENECIA
SARAH, EMBAJADORA DE CAIRN
Originaria de Annecy, Sarah Fayolle suele planear un viaje corto en bicicleta en torno al mes de mayo de cada año, ya que aún no hace demasiado calor y tampoco hay demasiada gente.
Tras la vuelta a los Países Bajos y la Vía Rhona, Sarah y su pareja buscaban una ruta más montañosa y cercana a casa.
Fue entonces cuando se les ocurrió la idea de la ruta Múnich-Venecia, gracias a las redes sociales.
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Nos encanta descubrir y viajar en bicicleta porque es un medio de transporte "bastante lento" y "salvaje", que nos permite disfrutar realmente de cada lugar que atravesamos y de cada momento que pasamos. También es una forma deportiva de desplazarse, acorde con nuestras pasiones y valores medioambientales. Esa es una de las razones por las que nos gustan tanto este tipo de proyectos.
Desde el punto de vista deportivo, no estábamos especialmente preparados para este viaje en bicicleta, pero lo que sí podemos decir es que nos preparamos para ello durante todo el año a través de nuestros diferentes deportes (esquí de travesía, senderismo, montañismo, ciclismo de carretera...). Así que, desde ese punto de vista, no había grandes preocupaciones.
En tête, pas forcément d’objectif non plus, juste la découverte, le voyage et le sport. Pas d’objectif au niveau du chrono car on comptait surtout en profiter pour visiter et faire les touristes, tranquillement ! A l’approche du départ, j’avais de plus en plus hâte ! Ce que j’attendais le plus, c’était la traversée des dolomites. Je suis fascinée par la beauté de ce massif que j’avais déjà découvert en randonnée pédestre auparavant.
EL GRAN COMIENZO
Para la ruta, utilizamos la aplicación Koomoot. Cabe destacar que se trata de una ruta ciclista muy conocida y bien señalizada en todo momento, lo que facilita la preparación desde el día anterior hasta el posterior.
Sólo habíamos previsto algunos desvíos en los Dolomitas, incluido el Lago di Braie.
Lo especial de este tipo de viaje es que somos completamente autosuficientes: comida, cocina, dormir, etc. Con todo eso, teníamos 22 horas y media para prepararnos. Con todo eso, llevábamos 22 y 25 kg de equipaje respectivamente en nuestras motos.
También teníamos un panel solar para recargar nuestros teléfonos y la cámara.
Cada noche, montábamos nuestras tiendas en un lugar resguardado para descansar, relajarnos y, sobre todo, disfrutar de una velada tranquila.
Recorrimos 600 km con 5300D+ en 8 días, siguiendo las etapas que se indican a continuación:
- Múnich a Achensee (104km) 900D+ 500D- // Brenner (72km) 800D+ 700D-
- Bruneck (90km) 1000 D+ 1150D- // Lago di braies (40km) 800D+ 100D-
- Cortina d'ampezzo (50km) 700D+ 800D- // Farra D'alpago (83km) 600D+ 1400D-
- Treviso (70km) 300D+ 750D- // Venecia (40km)
PAISAJES
Durante nuestro viaje, tuvimos la suerte de ver tantos paisajes diferentes: ciudades y pueblos típicos en los tres países que atravesamos (Alemania, Austria, Italia), lagos, bosques, los míticos Dolomitas, las colinas de Prosecco, el mar... Es bastante increíble ver la diversidad de los lugares que atravesamos gracias sólo a la fuerza de nuestras piernas.
Este itinerario está lleno de cambios de escenario y de variedad. Viajar en bicicleta te da una sensación de libertad y una ruptura total con la vida cotidiana.
Es como volver a centrarse en los momentos sencillos de la vida, y simplemente pedalear para descubrir nuevos horizontes.
La principal dificultad que encontramos fue el tiempo... pero estamos acostumbrados a que este "gato negro" nos siga en nuestras aventuras.
Durante 2 días en los Dolomitas, tuvimos que soportar fuertes chubascos y tormentas todas las noches, sin excepción, cuando montábamos las tiendas.
Pero, evidentemente, ¡hizo falta más que eso para desanimarnos a llegar hasta el final!
UNA AVENTURA INOLVIDABLE
Realmente, fue una ruta estupenda que recomendaría a cualquiera. Era adecuada y segura, ya que evitaba las carreteras principales, que es un factor importante a tener en cuenta cuando se va en bicicleta hoy en día. Además, me encantó desconectar de mi rutina diaria para vivir esta aventura a través de unos paisajes magníficos.
Si tuviera que recordar una sola cosa de esta aventura en bicicleta, sería el encuentro con un ciervo en los Dolomitas: mágico y magnífico al mismo tiempo. Fue un momento de pureza tan raro que tuvimos tiempo de presenciar.
Gracias a Cairn por acompañarnos en esta aventura, ¡especialmente con el PRISM II en la cabeza durante los 8 días! Un casco agradable y ligero que cumple perfectamente su función.